Está el país pendiente de tu vida,
también del vil e injusto cautiverio,
de tu clamor, de tu salud sentida,
que aspiran convertir en un misterio.
El foro judicial y el magisterio,
debieran denunciar la arremetida,
bellaco afán, justicia pervertida,
distante de la ley y de su imperio.
En la infame prisión de los barrotes,
por tu digna humanidad, no te agotes,
pues ya tendrán tus alas azul cielo.
La patria pone en ti sus esperanzas,
eleva a Dios sus fieles alabanzas,
para que alces pronto el libre vuelo.
Jesús Peñalver
Los Caobos 29 enero 2011
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