lunes, 27 de diciembre de 2021

A CARLOS ANDRÉS PÉREZ, IN MEMORIAM

 


A Carlos Andrés Pérez, In Memoriam

 

En junio de 1998, en plena campaña electoral, fui a la fiesta de cumpleaños de un amigo. El único que no estaba con el golpista era yo. Les llamaba a pensarlo muy bien. “Tú lo que eres es adeco”, me repetían sin cesar y con cara de gallina creyéndome a mí sal.

 

Creo que queda uno solo de aquella fiesta “enchufado” en el gobierno. Pero ahí está. Querían cambio. Tremendo cambio nos dejó. Algunos se arruinaron. Pero no vale Santa Lucía con el ojo afuera. Había actores de TV, hoy arruinados y sin trabajo. Periodistas que tuvieron que irse. Cineastas. Mujeres bellas hoy sin sus tintes ni desodorantes ni los perfumes caros de entonces.

 

“Adeco”, me decían. Yo les respondía: “¿Van a votar por un golpista que causó 300 muertes inocentes?”. Y ellos insistían con la terquedad de un porfiado: “Tú lo que eres es adeco”. Ahora rumian su error. Yo lo decía, estos carajos van a acabar con el país. No me pararon bolas. ¿Cómo van a votar por un golpista que intentó matar al presidente?

 

“Adeco, tú lo que eres adeco”, insistían. Decían que íbamos a cambiar. ¡Na guará!, tremendo cambio. Al siglo XIX con masa de maíz sancochado en leña, no hay mantequilla, se va la luz y casi en carro de mula y de ñapa una constituyente de cabrones como la de Páez o Monagas. Ahí está tu cambio. Les hablé de hacer memoria, de la conveniencia de describir todos los actos contra CAP desde El Caracazo, su condena, las siniestras barbas del sátrapa Fidel Castro el ascenso del golpista como conspiración.

 

CAP había descabezado las dos intentonas militares y aunque algunos filibusteros le soplaban desconocer las instituciones, aceptó ser enjuiciado. Y el 8 de noviembre de 1992, el inmortal José Vicente Rangel denunció la malversación de 250 MM de Bs. de la partida secreta del Ministerio del Interior.

 

Gente apreciada que no entendía o había olvidado el papel del Fiscal General, entonces Ramón Escovar Salom, cuando inició el antejuicio de mérito y el 20 de mayo de 1993, la CSJ lo declaró con lugar. Por cierto, para defenestrar a CAP del poder, la conspiración contó con esa extinta corte suprema de justicia, comprometida hasta las vísceras en esa vaina.

 

Intenté hacerlos entrar en razón, pero no, solo me espetaban “tú lo que eres es un adeco insoportable”. Insistí en decirles que, sometido al amañado juicio, CAP aceptó la sentencia de una corte hasta los tuétanos en la conspiración. Que el presidente CAP se sometió a los designios de la misma corte que después rechazó inhabilitar al golpista. Que CAP aceptó la espuria sentencia de un “supremo tribunal” que le regaló al golpista la constituyente inconstitucional para que se cogiera el poder.

 

Por cierto, no olvidemos, y en mi caso con profundo respeto y devota admiración, la defensa de CAP dirigida por el eminente doctor Alberto Arteaga Sánchez, un magnífico tratado de derecho.

 

Querían un cambio, jugaban a la antipolítica, olvidaban la conveniencia de reivindicar la política como el deporte, el amor, la cortesía y las buenas costumbres. Enfrascados en un loco cambio, apoyado en la “gesta” de un desquiciado milico golpista, ruin, mediocre, resentido y delirante.

 

Yo insistía en hablarles de la historia reciente, de la favorable memoria para no incurrir en los mismos o peores errores del pasado. Precisé que el 20 de mayo de 1993, la csj consideró que existían méritos suficientes para culpar a los involucrados en el caso de corrupción. Al día siguiente, suspendían al presidente CAP del ejercicio de sus funciones.

 

El 30 de mayo de 1996 la sentencia del magistrado Luis Manuel Palís condenaba a CAP a dos años y cuatro meses de arresto domiciliario. Un adefesio jurídico porque si la partida esa (era) secreta), ¿por qué habría entonces que revelar su uso?

 

Y para más INRI, el 19 de enero de 1999 la extinta y cómplice csj (la misma), decidió que sí era posible consultarle al pueblo sobre convocar una asamblea constituyente. “Una Asamblea Nacional Constituyente que elaborara una nueva Carta Magna acorde con los nuevos tiempos que le tocaría vivir a la República”. Así decía la sentencia. Mejor dicho, ese despropósito, ese fallo amañado y aborrecible.

 

De esto, obviamente, no les hablé porque adivino no soy; pero en casos similares y con cierta experiencia, uno podría atreverse a vaticinar los daños que pueden causar unos golpistas que llegaron al poder con sus ideas explosivas y planes diabólicos, con marcado resentimiento, y la infame intención de destruir a Venezuela, no sin antes llenar sus bolsillos con recursos del erario.

 

Imposible olvidar a aquella inefable exmagistrada y su peregrina tesis de la “supraconstitucionalidad”. Allí tienen, pues, cojan su “supraconstitucionalidad”.

 

Yo insistía en mis argumentos disuasivos. Caldera II sobreseyó al golpista y su combo, quien nunca fue a juicio por no confiar en la justicia. De allí que no fuera sentenciado. El difunto golpista nunca fue indultado, pues nunca fue a juicio, ergo, nunca fue sentenciado. Caldera II lo sobreseyó.

 

No es como algunos dicen por ignorancia jurídica y de los hechos. Chávez y su combo golpista fueron sobreseídos, NO indultados. Hugo Chávez y 200 de su grupete incurrieron en el delito de rebelión militar en el año 1992, cuando insurgieron en contra del gobierno legítimo del presidente constitucional señor Carlos Andrés Pérez.

 

En dos años Chávez y su grupete de golpistas, nunca fueron sentenciados, por lo que no podían ser indultados. Recibieron sobreseimiento. Caldera no podía inhabilitar al golpista Hugo Chávez y su combo, porque la Constitución de 1961 no lo permitía. ¡Tremendo cambio!

 

Réquiem por el presidente Carlos Andrés Pérez, defenestrado injustamente del poder por un gentío, hasta los tuétanos metido en la jugada.

 

Jesús Peñalver

miércoles, 22 de diciembre de 2021

APERTURAR ENTRA AL DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOL

 

APERTURAR

Sabía que algún día el verbo entraría a formar parte del cúmulo de vocablos que integran el Diccionario de la Lengua Español (DLE), porque sencillamente su uso recurrente e inveterado así lo marcan y definen para que ello sea así. No es otra cosa que incluir en el DLE aquellas palabras arraigadas en el uso continuo.

Para esta nota, confieso, he echado mano a unas que escribió hace años el académico, doctor Alexis Márquez Rodríguez.

"Aperturar" es un infinitivo derivado del sustantivo "apertura". Este, a su vez, deriva de su equivalente latino "apertura", proveniente del verbo "aperire". "Apertura" entra del Latín al Castellano, como una expresión culta, hacia 1800.

Sobre el verbo "aperturar" había escrito y hablado el académico barines, tanto en radio, en TV y en sus columnas en distintos diarios nacionales. No obstante, siempre –muy a menudo- numerosas personas le consultaban al respecto, generalmente con la convicción de que les debía responder condenando dicho verbo.

Quien esto escribe coincidía y hoy también, en que el verbo "aperturar" no nos gustaba, además de que es (era) innecesario.

Por eso no lo uso, ni nunca lo usaré. Pero una cosa es que a uno no le guste una palabra o un giro idiomático, y otra es que estos sean "incorrectos", palabra esta que tampoco me gusta, sobre todo cuando se aplica a cuestiones de la lengua.

"Aperturar" es un infinitivo derivado del sustantivo "apertura". Este, a su vez, deriva de su equivalente latino "apertura", proveniente del verbo "aperire". "Apertura" entra del latín al castellano, como una expresión culta, hacia 1800.

Mucho antes, desde el siglo XIII, se usaba sólo "abertura", que significa lo mismo, por lo que el cultismo "apertura" en cierto modo entró al castellano como un intruso, que pretendía desplazar al castizo "abertura".

Afortunadamente ambos lograron coexistir, y el uso estableció entre ellos, aun siendo sinónimos, una cierta diferencia semántica. La intuición nos dice cuándo utilizar uno u otro.

¿Quién y porqué importó del latín ese "apertura", que originalmente debió de parecer impertinente? Difícil saberlo.

"Aperturar" es un derivado perfecto y natural de "apertura", formado con estricto apego a las normas de derivación de nuestro idioma.

 Es, pues, una derivación legítima. Entonces, ¿por qué condenarlo? ¿Simplemente porque no nos guste? En materia de lenguaje las cosas no son tan simples. En el Diccionario panhispánico de dudas se dice de "aperturar" que "Su uso no está justificado y debe evitarse", lo cual es enteramente válido.

Sin embargo, su uso, a partir de la jerga bancaria, donde se comenzó a emplear, se ha ido extendiendo en forma arrolladora, y va a ser muy difícil, si no imposible, desarraigarlo.

Sobre todo, porque es uno de esos fenómenos lingüísticos –errores, rarezas, alteraciones del habla, incumplimiento de normas...– más propios de gente culta, de alto nivel escolar, que, de gente inculta o ignorante, lo cual los hace prestigiosos e imitables.

Hay que tomar en cuenta también que "apertura" es un sustantivo irregular, pues lo regular y lógico hubiese sido que de "abrir" derivase "abrida" (como "partida" deriva de "partir", el verbo paradigmático de la tercera conjugación), o quizás "abridura", lo cual hubiese hecho prácticamente imposible la formación del infinitivo "aperturar".

Pero al no haber sido así, la existencia del sustantivo "apertura" hacía de hecho inevitable y natural que se formase ese "aperturar" que a tanta gente mortifica.

En todo caso, ante hechos como ese, muestras del extraordinario dinamismo de la lengua, queda el recurso arriba mencionado: no usar aquellas palabras y demás expresiones que no nos gusten. En Castellano siempre hay muchas formas válidas de decir lo mismo.

 

Jesús Peñalver

 

Nota: Si alguna utilidad o mérito tiene este escrito, es absolutamente del doctor Alexis Márquez Rodríguez

 

domingo, 31 de octubre de 2021

 PACTO DE PUNTOFIJO.

El 31 de octubre de 1958, se firmó en la Quinta "Puntof deijo", propiedad de Rafael Caldera, el acuerdo entre AD, COPEI y URD, siendo excluido el PCV (Partido Comunista Venezolano). Los signatarios del Pacto de PuntoFijo se comprometían a actuar conjunta y solidariamente en torno a tres aspectos:
1.- Defensa de la constitucionalidad y del derecho a gobernar conforme al resultado electoral: se explica allí que, cualquiera que fuese el partido que ganase las elecciones, los otros dos se opondrían al uso de la fuerza para cambiar el resultado;
2.- Gobierno de unidad nacional: se formaría un gobierno de coalición y ninguno de los tres partidos tendría la hegemonía en el gabinete ejecutivo;
3.- Los tres partidos se comprometían a presentar ante el electorado un programa mínimo común.
Denostado por muchos a lo largo del tiempo; esos que llegaron al poder por medios que la democracia ofrecía, la han arruinado acabando así con el país, con sus instituciones y sus gentes. Satanizaron un acuerdo político que sirvió de base a una convivencia democrática.
Puntofijo, así se llamaba la casa del doctor Rafael Caldera, en Caracas, donde cabalmente se firmó el pacto del mismo nombre, calificado por Manuel Caballero como “el documento más importante en la historia de la República de Venezuela después de 1830” (La peste militar, p. 20)
Los firmantes del pacto fueron Rómulo Betancourt, Raúl Leoni y Gonzalo Barrios (AD), Jóvito Villalba, Ignacio Luis Arcaya y Manuel López Rivas (URD) y Rafael Caldera, Pedro del Corral y Lorenzo Fernández (Copei), reunidos en Caracas, en la residencia de Caldera, como se dijo antes, de nombre Puntofijo.
Yo viví durante la vigencia del Pacto de Puntofijo, y a mucha honra.
Jesús Peñalver
Caracas 31 de octubre de 2021

A TEODORO PETKOFF, IN MEMORIAM

 TAL CUAL LO EXPRESO (escrito hace tres años)

Ha muerto Teodoro Petkoff (1932-2018). Con su partida se apaga otra voz, sin ver el final de esta pesadilla, aunque desde su lugar (varios fueron sus sitios de lucha) no dejó de hacer lo necesario para que terminara esta pena que padecemos los venezolanos desde hace veinte tortuosos años.
No conforme con arremeter contra él de todas las maneras posibles: salidas de diarios, restricciones de papel, juicios, prohibición de salida del país, entre otras tantas tretas y trastadas del régimen, jueces, fiscales y médicos chavistas, de consuno para declarar a Teodoro Petkoff -sin proceso legal alguno- incapaz o entredicho, confabulados todos para disminuir su capacidad jurídica como persona, limitándola a lo que aprobara un tutor.


La muerte civil decretada por la peste. Una diminutio plena llamaban los romanos. Sin duda, otra desgracia del ch... abismo, de suyo imperdonable, haber decretado la muerte civil de Teodoro, usando argucias legales para callarlo, disminuirlo, coartando así sus libertades y derechos.
Teodoro ganó el premio Ortega y Gasset, y por tener prohibición de salida del país, el mismo Felipe González se lo trajo a su casa. Tal Cual. El político le habría dicho al exmandatario español: “no voy a recibirlo personalmente porque no puedo salir del país y yo no le voy a pedir permiso a Diosdado Cabello”.
Por mi parte releeré "Checoslovaquia, el socialismo como problema", de su autoría. Allí el venezolano nacido en Maracaibo, y que hoy nos deja, marcó distancia con el comunismo, y dio un viraje a sus ideas y planteamientos políticos. Porque como él bien decía: “Sólo los tontos no cambian de opinión". Conviene también leer -releer- La Dos Izquierdas, del mismo autor.
El coraje hay que usarlo en la lucha cívica contra las injusticias imperantes. Vocación democrática y devoción libertaria para seguir adelante. Como hizo Teodoro, un ciudadano Tal Cual, identificado como un hombre directo, nada complaciente ni sumiso ante el poder, y combativo. Que no quede duda, hasta su muerte fue crítico de aquel desquiciado milico golpista, y de su sucesor, Nicolás Maduro.
De Teodoro había dicho García Márquez: "Sólo hay dos cosas que le causan miedo, que son las matemáticas y la tribuna de los discursos, pero en ambos casos lo domina muy bien. En cambio no le tiene miedo al tiempo, y eso es tal vez lo que mejor define su vida: le alcanzará para todo".
En esta hora extiendo mi abrazo a Elías Pino Iturrieta, Boris Muñoz, Ezequiel Borges, Tulio Hernández, Laureano Márquez, Fernando Rodríguez y a otros tantos más que sé han sentido la partida del amigo, del colega, del maestro.
Jesús Peñalver
Caracas 31 octubre 2018

jueves, 25 de junio de 2020

A CLARISA SANOJA, IN MEMORIAM


Murió la doctora Clarisa Sanoja de Ochoa, exjueza en materia de Menores, de primera instancia y en la superior, de cuando la administración de justicia en Venezuela era distinta al bodrio en que la peste la ha convertido hoy en día.

Exmagistrada del extinto Consejo de la Judicatura, hoy DEM. Fue la doctora Sanoja, además, la primera mujer en ascender y ocupar el cargo de Comisaria General del desaparecido Cuerpo Técnico de Policía Judicial (CTPJ o PTJ), donde fundó la División de Menores de la Institución. Una mujer ejemplar al servicio de la República y a sus más altos, sublimes y nobles propósitos para el bienestar colectivo.

Si alguna protección existe hoy en día en favor de la infancia (menores y adolescentes) se le debe en buena medida a las ejecutorias de la gran venezolana que recién ha cerrado sus ojos. Allí están los antecedentes con la impronta de tan admirable tarea que emprendió y cumplió Clarisa Sanoja de Ochoa.

Su condición de demócrata a carta cabal la llevó a sufrir persecución, cárcel, tortura y destierro. Se dice fácil haber sido torturada y desterrada por la dictadura del cochinito de Michelena, pero dejemos que sea ella quien nos lo recuerde:

“Una noche nos llevaron a lo que hoy es El Junquito, a mí con otros tres, medianoche, una casa enorme que tenía pilares, nos amarraron a los pilares, apuntándonos para que habláramos. (…) Cuando tú tienes muchas horas montado en el rin, se te van inflamando los pies y se iba metiendo el filo del rin, que es de metal, se te abre una zanja. Yo estuve en el rin parada, yo aquí y Simón Alberto Consalvi a mi lado. El fuete en la cara, la fractura de mi nariz es por eso, la luz era otra tortura, te ponían una luz, el muérgano de Silvio Sanz, que era uno de los grandes torturadores me dijo a mí: ¡Qué lástima doctora, con sus ojos tan bellos, como los va a perder por no hablar!”. Así narró el trágico episodio la digna venezolana en una entrevista donde relató la dura experiencia.

De ella se ha dicho mucho bien. He aquí algunos testimonios:

“Para las abogadas de Venezuela, Clarisa fue un ejemplo de rectitud y lealtad con el Derecho. Muchas leyes que protegen a los menores fueron redactadas por ella y por muchas otras colegas que son un referente para quienes creemos en la legalidad y en su manto protector”. Thays Peñalver

Falleció un gran venezolana, la Dra. Clarisa Sanoja. La Dra Sanoja fue abogada, docente y política. Fundadora de AD en Valencia, fue presa y torturada por la Seguridad Nacional y exiliada. Fue miembro de la Organización Interamericana de Mujeres de la OEA. Una gran mujer”. Ela Ferris

“Descanse en paz Clarisa Sanoja.  Ella ocupa un lugar en la historia de Venezuela, constructora de la democracia. Fue presa política en Seguridad Nacional y exiliada”. Mari Montes

“Clarisa Sanoja, una mujer insigne que merece todo nuestro reconocimiento. Le dedicó su vida a la lucha por nuestra libertad. Tuve la suerte de conocerla a través de mi padre, Braulio Jatar Dotti. Hoy @ADemocratica está de luto. Fue una Gran Mujer. Con mayúscula. QEPD”.   Ana Julia Jatar

Nos unimos a las expresiones que honran la memoria de la gran Clarisa Sanoja, una pionera en el mundo policial venezolano, una política cabal, una gran jueza, que luchó por los derechos de la familia, en especial los niños y adolescentes. RIP”. Fabiana Rosales

Tuve el gusto de conocerla y por eso aplaudo lo que hizo, su paso civil, cívico y civilista por este país, su naturaleza libertaria y su acendrada condición democrática.

Muy distinta a la despreciable condición de unos supuestos “guardias nacionales y bolivarianos” (hombres y mujeres) que prevalidos de armas, uniformes e impunidad, andan agrediendo a civiles que se niegan a pagar coimas y mordidas; multas inexistentes y en fin, a pactar con el hampa en que han trocado para vergüenza de las instituciones que dicen representar.

Evitemos caer víctimas de la desmoralización, que es un riesgo que debemos conjurar en lo inmediato.  Ya llegará la hora en que podamos hablar de heroísmo sin delito, de gloria sin sangre y de victoria sin lágrimas.

Nuestro reconocimiento a quien fue una ciudadana ejemplar, demócrata por excelencia, abogada ilustre y miembro de Acción Democrática. Un ejemplo a seguir para las nuevas juventudes. QEPD.


La memoria es de los demócratas, del autócrata el olvido.

Jesús Peñalver


miércoles, 27 de mayo de 2020

A 13 AÑOS DEL ARBITRARIO CIERRE DE RCTV.

En el día de los inocentes del año anterior había hecho el anuncio, había desembuchado la amenaza contra RCTV, mejor dicho. Para entonces no había indultado ni sobreseído a nadie en ocho largos, tortuosos y desgraciados años de su mandato dado en mala hora. De modo que cómo pude pensar yo que el desquiciado milico golpista podía estar bromeando con tan álgido asunto: Cerrar a RCTV, usando el eufemismo de “no renovación de la concesión”.

A quienes nacimos, crecimos y aspiramos seguir viviendo en Venezuela bajo un régimen de libertades públicas, consustanciales con la Democracia, también nos tocó disfrutar y criticar la programación televisiva de RCTV.
 Así las cosas, el anuncio –mejor amenaza- de la “no renovación de la concesión de uso del espectro radioeléctrico a Radio Caracas Televisión”, que no fue otra cosa que una medida arbitraria, de retaliación política, que echó a la calle a más de tres mil trabajadores, constituyó al propio tiempo una decisión contraria a los valores de libertad de expresión, de la libertad y difusión del pensamiento, de la libre empresa, de la pluralidad de opiniones que son inmanentes y connaturales al sistema democrático.
En cuanto a los trabajadores que padecieron la medida, el gobierno asomó la posibilidad que RCTV los empleara en algunas de las empresas del grupo propietario del Canal que se cerraría, o sea, el poseso se atrevió a dar o sugerir soluciones.
Por más que se quiera dar sustento constitucional a esa decisión, argumentando “pertinencia” o “discrecionalidad” y pretendiendo colocarla a juro dentro del Estado de Derecho, no hay duda de que la misma obedeció al interés del gobierno –aun subsistente- de continuar arreciando su control sobre la sociedad, incluyendo desde luego a los medios de comunicación que les resultan ser como piedras en el zapato, por pensar distinto o por ejercer una labor crítica.
Venezuela, como Estado que forma parte del concierto de naciones, no solo se rige por un ordenamiento jurídico interno, sino que ha suscrito una serie de tratados Internacionales que son ley en la República, atinentes a distintas materias, incluyendo la política que conlleva el obligatorio respeto a los derechos humanos.
La referida medida contra RCTV, la que cerró 37 o más emisoras de radio, la espada entonces sobre Globovisión, hoy cuestionado canal por las supuestas implicaciones de sus dueños en asuntos irregulares, canal este que hoy refleja otra labor, y un largo etcétera, atenta contra el ejercicio de la libertad de expresión, lo que de suyo es incompatible con compromisos internacionales asumidos por Venezuela, y, como se ha dicho, con la democracia misma.
El Presidente de la República no tenía ni tiene facultades constitucionales que le permitan coartar el pleno ejercicio de los derechos de la ciudadanía. Como señalan diversos tratadistas de Derecho Público y Constitucional, las libertades públicas son un límite al ejercicio del poder del Estado, y no una concesión graciosa de los gobernantes, que éstos puedan administrar a discreción.
Ha sido pacífica la jurisprudencia de Tribunales Internacionales al tratar las licencias o concesiones del Estado para el uso de frecuencias por parte de empresas de radio y televisión, en el sentido de que éstas están sometidas al cumplimiento de procedimientos y normas de cualquier restricción a la libertad de expresión, dentro del Estado de Derecho vigente en cada país.
Lo anterior no significa que mediante ese sistema de licencias el Estado pueda restringir, censurar o en modo alguno coartar el ejercicio de la libertad de expresión de las empresas licenciatarias o concesionarias, pues los Estados solo están autorizados a regular las transmisiones radioeléctricas “en sus aspectos técnicos”.
RCTV recurrió a la vía judicial para atacar la medida, anunciada y ejecutada, cuando lo que procedía era que el gobierno demostrara que esa empresa era un medio de comunicación “golpista”. Es decir, ocurrió lo que se conoce en derecho como la inversión de la carga de la prueba. El gobierno acusó de golpista y por eso no renovó la concesión; luego, RCTV debía demostrar en tribunales que no lo era, que no era golpista. Todo un adefesio jurídico.
Bueno, en un país donde la administración de justicia no está precisamente en sus mejores tiempos, y para quienes se preguntan por o para qué recurrir a sus órganos contra una medida que proviene de las alturas del poder, donde cinco poderes en teoría, -entonces- eran uno solo en la práctica, la respuesta no es otra que la conveniencia y necesidad de dejar constancia, registro o señales para la historia.
En Democracia, el estricto respeto a la libertad de expresión sí es un deber incontrovertible del Estado, y conveniente es el funcionamiento de medios de comunicación independientes como reflejo del carácter plural de la sociedad.
Procuremos entender la democracia como la rectitud de conciencia como base del sistema, la honestidad como norma permanente, la pulcritud en las ideas y en las formas de comportamiento.
Conscientes de la democracia, los pueblos deben saber ejercerla y defenderla y sostenerla y conocer las ventajas de ella sobre otros sistemas de gobierno.
Por cierto, no hay democracia sin partidos políticos. Tampoco sin prensa libre en todos los sentidos. Los periodistas no deben levantar cercas gremiales a su profesión; que cualquiera pueda editar periódicos y optar por concesiones para manejar medios de comunicación. Los dueños de éstos no deben controlar las opiniones de quienes trabajen en sus espacios.
Ni censura oficial ni censura capitalista.
Resulta insoportable que los gobiernos controlen la prensa y los medios de comunicación en general. De allí la conveniencia de que haya libertad irrestricta para los medios.
Jesús Peñalver




miércoles, 20 de mayo de 2020

SOBRE LA CONJURA EN CONTRA DE CAP II

Conviene describir todos los actos contra CAP desde el caracazo, su condena y el ascenso del golpista como conspiración. CAP había ganado en 1988 y asumido en 1989. En este año ocurrió el nada espontáneo "caracazo".
Su equipo económico, las medidas adoptadas y el nuevo plan de gobierno del presidente CAP II no gustaron a ciertos sectores de la vida nacional, incluso de su propio partido AD.
Evidentemente, los llamados "notables", genios y sabihondos que creen estar por encima del bien y el mal e incansables en su pontificado, jugaron un papel nefasto en la conjura. ¡Complotados!
CAP descabezó las dos intentonas militares de 1992, se impuso como el presidente demócrata que fue, recibiendo el respaldo de muchos países y líderes mundiales, aun, hasta Fidel castro lo llamó para expresarle su apoyo. ¡Curioso!
El 8 de noviembre de 1992, el malo José Vicente Rangel denunció la malversación de 250 MM de Bs. de la partida secreta del Min del Interior.
El Fiscal General, entonces Ramón Escovar Salom, inició el antejuicio de mérito y el 20 de mayo de 1993, la csj lo declaró con lugar.
Si la partida secreta era secreta (de toda la vida) por qué habrían de hacerse pública las erogaciones con cargo a ella. La naturaleza o ratio iuris de esa partida del presupuesto nacional, como su nombre lo indica, es secreta. Pretender saber de ella escapa de toda lógica.
Para sacar a CAP del poder, la conjura contó con la extinta csj, comprometida hasta las vísceras. Aunque algunos filibusteros le soplaban desconocer las instituciones, aceptó ser enjuiciado y sometido a la patraña acató el fallo de la corte hasta los tuétanos en la conspiración.
CAP se sometió a los designios de la misma Corte que después rechazó inhabilitar al golpista.
CAP aceptó la espuria sentencia de una Corte que le regaló al golpista la constituyente inconstitucional para que se cogiera el poder.
La defensa de CAP por el eminente @ArteagaSanchez, es un magnífico tratado de derecho. El dr. Arteaga, académico y exdecano de derecho de la UCV, no hubiera defendido a alguien de tal envergadura, sin tener suficientes elementos de convicción y pruebas para sostener su defensa.
El 20 de mayo de 1993, la csj consideró que existían méritos para culpar a los involucrados en el "caso de corrupción". Al día siguiente, CAP fue suspendido en el ejercicio del cargo.
El 30/2/1996 el juez Luis Manuel Palís condenó a CAP a 2 años y 4 meses de arresto en su casa.
El 19/1/1999 la extinta y cómplice CSJ, decidió que sí era posible consultarle al pueblo sobre convocar una asamblea constituyente.
Dijo aquella sumisa csj: “Una A.N Constituyente que elabore una nueva Carta Magna acorde con los nuevos tiempos que le toca vivir a la República”.
Insisto, CAP, que era un demócrata a carta cabal -a las pruebas me remito- aceptó el bodrio que dictó aquella csj, regalándole al muerto Chávez la constituyente para que se cogiera el poder.
Imposible olvidar a aquella inefable exmagistrada y su peregrina tesis de la “supraconstitucionalidad”.
Allí tienen, pues, cojan su “supraconstitucionalidad”.
Doña Blanquita Rodríguez de Pérez y su honorable familia, salvaron sus vidas milagrosamente, pues los golpistas tiraron a matar.
Nada que celebrar el 4F ni el 27N. Recordemos las intentonas golpistas de esos funestos días teñidos de sangre por manos asesinas.
Valiosa la misión cumplida por Carratù Molina, edecán de CAP, en resguardo del palacio del gobierno, de la democracia y del presidente.
Réquiem por el presidente Carlos Andrés Pérez, defenestrado injustamente del poder por un gentío, hasta los tuétanos metido en la jugada.
Caldera II sobreseyó al golpista y su combo, quien nunca fue a juicio por no confiar en la justicia. De allí que no fuera sentenciado.
Contra el mediocre milico golpista no hubo indulto, no hubo juicio, no hubo condena. Todos hasta los tuétanos en la conspiración contra CAP.
El difunto golpista nunca fue indultado, pues nunca fue a juicio, ergo, nunca fue sentenciado. Caldera II lo sobreseyó.
No es como algunos dicen por ignorancia jurídica y de los hechos. Chávez y su combo golpista fueron sobreseídos, NO indultados.
Hugo Chávez y 200 de su grupete incurrieron en el delito de rebelión militar en el año 1992, cuando insurgieron en contra de CAP.
Debía ser enjuiciado conforme a derecho porque cometió, junto a sus conmilitones, delitos que debían ser condenados. Luego el presidente (quien fuera éste) lo indultaba, pero quedaban los golpistas inhabilitados políticamente. He allí la gran diferencia con el sobreseimiento.
Debo confesar que yo -que seguí muy de cerca ese caso- incluso fui llamado a defender a algunos golpistas oriundos del estado Monagas (me negué, claro está), primera vez que oigo o leo algo semejante. Los golpistas han debido ser procesados y condenados porque delinquieron.
Si hubiera sido procesado, enjuiciado conforme a derecho con todas las garantías del debido proceso y derecho a la defensa, seguramente hubiera sido condenado porque cometió delitos. Y con sentencia definitivamente firme, hubiera procedido el indulto, a juicio del presidente.
En dos años Chávez y su grupete de golpistas, nunca fueron sentenciados, por lo que no podían ser indultados. Recibieron sobreseimiento.
“Mi papá liberó a Chávez, pero no lo hizo Presidente. Ustedes votaron por él”.
Andrés Caldera Pietri

“Rafael Caldera nunca votó por Chávez ni le debía favores a sus padres”.
Juan José Caldera.
Caldera no podía inhabilitar al golpista Hugo Chávez y su combo, porque la Constitución de 1961 no lo permitía.
Al no estar sentenciado el golpista Chávez, ser sobreseído, y salir en libertad adquiere plenamente sus derechos políticos y ciudadanos.
El sistema judicial de entonces ha debido juzgar a los golpistas e imponer la sanciones o penas correspondientes.
A Pérez Jiménez se le inhabilitó con la enmienda número 1 de la Constitución de 1961, por corrupción, NO por golpista.
Culpar a Rafael Caldera, o sólo a él, de la liberación del muerto Chávez y de la barbarie cometida por este, no es justo. Vean porqué.
Durante la campaña Presidencial de 1993, todos los candidatos prometieron liberar al golpista Chávez, excepto Rafael Caldera.
Cuando a Caldera se le preguntaba sobre el asunto, respondía –mutatis mutandis- “se estudiará en su momento cada caso”. Zorro viejo.
El Presidente Caldera, que buen jurista era, entonces NO inhabilitó al golpista Hugo Chávez porque sabía que eso NO era posible.
Hasta Patricia Poleo hizo pública una “extremadamente afectuosa” carta suya a Chávez en El Nuevo País.
Hugo Chávez fue liberado el 27 de marzo de 1994 tras el sobreseimiento que le otorgó Caldera II.
Cinco días más tarde, el expresidente Luís Herrera se pronunció a favor de la liberación de los golpistas que aún permanecían detenidos.
El 8 de febrero, 6 días después de la toma posesión de Caldera, la Causa R introdujo ante el Congreso, un nuevo proyecto de ley de amnistía.
Y en la campaña de 1993, la Causa R apoyó a Arias Cárdenas al Congreso, pero no pudo inscribirlo porque aún estaba en el ejército.
En entrevista con César Miguel Rondón el 2/6/2003, Caldera dijo que “la libertad de Chávez fue una consecuencia de la decisión que se había tomado con todos los participantes de los alzamientos del 4 de Febrero y del 27 de Noviembre”
Y que comenzó a dictarlos CAP, “que fue el Presidente que estaba en Miraflores cuando ocurrió la sublevación; continuaron durante el Gobierno del presidente Velásquez y cuando yo asumí habían puesto en libertad a casi todos, por no decir a todos, los participantes del golpe".
En esa entrevista Caldera también recordó que Claudio Fermín, Oswaldo Álvarez Paz y Andrés Velásquez, sus rivales en la lid presidencial del 93, se pronunciaron públicamente a favor de una amnistía general para los golpistas del 92 y se comprometieron a ponerlos en libertad.
Vale la pena también recordar que el 2 de abril, se produjo la “marcha del silencio” que exigía la libertad de los insurgentes y la renuncia de Carlos Andrés Pérez
Y el 27 de abril el ministro de la Defensa, Fernando Ochoa Antich, visitó a los detenidos en el Cuartel San Carlos y prometió abogar para que fueran puestos en libertad“ siempre y cuando demuestren un sincero arrepentimiento por sus acciones en contra de la institucionalidad".
Hugo Chávez fue liberado el 27 de marzo de 1994 tras el sobreseimiento que le otorgó Caldera II.
Sobreseimiento (Caldera II) como parte de un acuerdo político con sectores de izquierda (MAS y PCV), para lograr apoyo a su gobierno.
Todos ellos (la izquierda) estuvieron de acuerdo con la libertad a los militares alzados en 1992, dizque “para sanar las heridas en las FF.AA”

Heridas causadas por los levantamientos 4F y 27N con sus secuelas de heridos y muertos que enlutaron a humildes hogares venezolanos.
Para finalizar: El sobreseimiento aplicado en el caso que nos ocupa encuentra su fundamento legal en el artículo 54, numeral 3 del Código de Justicia Militar, que atribuye al Presidente de la República la facultad de “ordenar el sobreseimiento de los juicios militares, cuando así lo juzgue conveniente, en cualquier estado de la causa”.
Pero es totalmente falso que el Presidente pueda, como dicen algunos, inhabilitar políticamente a un procesado cuando dicta una medida de sobreseimiento o de indulto.
Quien afirme semejante hipótesis lo hace con mala fe o por ignorancia. Porque está muy claro en la ley que el Presidente de la República no tiene facultades para inhabilitar políticamente a nadie.


Jesús Peñalver