Leí
sus letras, sentí su corazón en mis
manos, su padecer en mi conciencia sin
culpa, sus desvelos iluminados por tanta gracia y sentimiento…
Leí
sus letras, supe que el verbo nostalgiar se conjuga pulso a pulso, tic tac de
reloj, lluvia constante, viento que raudo cruza el horizonte llevándonos…
Leí
sus letras, sentí tan de cerca sus horas de angustias, sus anhelos de amor, la
dicha contenida en el jardín de sus ojos, la tristeza pasada de todas las
edades…
Leí
sus letras y por un instante pensé que conocía desde antes su contenido oceánico,
su universo de ansias, sus recodos de melancolía y de íntimos recuerdos…
Leí
sus letras y en la mirada se juntaban su conciencia poética y mi voz un tanto
trémula al leer tanta pasión infinita, tantos sentires conjugados, tanta vida y
más!
Jesús
Peñalver
Los
Caobos marzo 2013