Tu nombre pleno María
de tantas lindas canciones
Rosario de bendiciones,
que nos colman de alegría.
Realidad la fantasía
que nos trae las emociones,
tu nacimiento razones,
de la dicha epifanía.
Con estas letras mi niña
tu tío Jesús se encariña
y pido a mi Dios del cielo.
te cuide por donde quiera
proteja sobremanera
tu mundo de caramelo.
Los Caobos 2 de febrero 2011
Día de La Candelaria
En Honor a su Santa Patrona, Virgen de
Cuenta la historia que en la década de los años ochenta del siglo XVIII, Barcelona perdió el mando de las tierras ubicadas al oeste del río Unare, en razón de lo cual pasaron a ser provincias de Caracas. Fue el 7 de junio de 1827, cuando por diligencias legítimas de los señores Calixto Vicente de Armas, Vicente María y Carlos Armas, Manuel Itriago, Rosalino Ron, Esteban Francisco Marrero, Bartolomé Rivas, entre otros no menos prominentes guanapenses de la época, solicitaron en nombre de su pueblo-para entonces provincia de Caracas- su categoría de Municipio y de Parroquia Eclesiástica por ante el Alcalde Municipal de
Desde entonces data la vida civil de este noble pueblo, así consta en acta que reposa en el Registro Principal de Barcelona, de modo que dentro de algunos meses, Guanape arribará a sus 184 de su fundación, motivo suficiente para seguir exigiendo en nombre de este digno pueblo el mejoramiento de sus tristes condiciones de existencia.
Sus necesidades hídricas, entre otras carencias y/o requerimientos no menos importantes que demanda su colectivo, deben ser atendidas con prontitud, diligencia y eficiencia en el manejo del erario público.
Afirmó el poeta Andrés Eloy Blanco, el 23 de junio 1948 (hace más de 60 años): “El Municipio es el gobierno de la casa, es el gobierno del ama de llaves, de sacar las cuentas del mercado, de limpiar la telaraña, no sólo de las paredes y los techos, sino también la conciencia ciudadana en el manejo del diario”.
No es poca cosa el aserto del bardo y político cumanés; ello debe servir de faro de luz a los que “dirigen” los destinos de Bruzual.
Se requiere del concurso de todos, en colectiva comunión, en las tareas que propendan a soluciones para Guanape, que hagan menos pesada la carga de sus penurias, con sensibilidad y verdadera preocupación por este terruño.
Si el Comandante Calixto Vicente de Armas despertara, sacudiría su bandera de lucha y calzaría de nuevo sus botas de campaña para lograr las cosas que aún faltan por hacer en Guanape. Don Manuel Ron Urbina no hubiera dudado en sumarse a esa gesta.
Jesús Peñalver
