jueves, 22 de abril de 2010

DE LA ARTILLERÍA A LA GUERRILLA

Preocupa la ideologización que ha venido realizando el gobierno sobre nuestra niñez y juventud a través de las llamadas milicias estudiantiles y guerrilla comunicacional, que trascienden cualquier método de proselitismo democrático con sus arengas violentas de lenguaje guerrerista, ideas explosivas y planes diabólicos.

Congruentes con el título de la nota de hoy, recordemos que con el fundamento de “la imprenta como artillería del pensamiento” y persuadido de que debía dar forma adecuada al mensaje que podía divulgar la imprenta instalada en Angostura para la libertad americana, Simón Bolívar creó el Correo del Orinoco, cuyo primer número circuló el 27 de junio de 1818, hace 191 años.
Para divulgar las ideas de la naciente República, Bolívar necesitaba un instrumento indispensable como la imprenta y le encargó a José Miguel Istúriz traerla del extranjero. El taller completo negociado por el prócer anzoatiguense Fernando de Peñalver llegó en septiembre de 1817 a Angostura, donde Bolívar había situado el centro y eje de su estrategia política y de inmediato comenzó a producir leyes, proclamas, resoluciones y órdenes militares que recorrían las crecientes zonas libres.
Para honrar el inmenso valor histórico del Correo del Orinoco y su trascendencia en la gesta emancipadora, el 27 de junio fue decretado Día del Periodista.

En el presente, y con el afán de contrarrestar a la “derecha fascista”, al “imperio” a “los oligarcas de los medios”, han puesto a funcionar la
“guerrilla comunicacional” para niños y las milicias urbanas, y las rurales para adultos. No caen en cuenta que esas amenazas a la oposición en nada tapan el enorme fracaso rojito. Que a sociedad es beneficiaria directa de la actuación de los comunicadores, al punto que se ha sostenido que el periodista es un bien social que debe desempeñarse en adecuadas condiciones.

Ante esa vergonzosa práctica alienante, no han sido pocas las voces que han hecho llamados para que se haga una protesta numerosa en las calles, con miles de miles de jóvenes músicos con sus instrumentos en contra de la pretensión de fanatizar a la juventud como hace el régimen. Otro tanto pudieran hacer los deportistas venezolanos grandes ligas y los artistas no pueden dejar de rechazar el envenenamiento de nuestros jóvenes. No olvidemos que el medio mejor para hacer buenos a los niños es hacerlos felices

Quién habrá sido el de la idea de armar milicianos para la defensa hipotética del líder, mientras la policía no puede defender pueblo de delincuencia real. Allí están las cifras espantosas, las morgues repletas, el hampa mejor armada que los cuerpos de seguridad. No se salva nadie. Es el derecho a la vida el único que nos permite ejercitar los derechos. ¿Es difícil comprender eso?

Leíamos en una caricatura: “Papá, papá por qué Chávez prohibió los juegos bélicos virtuales y en el colegio nos dan armas verdaderas para matar los burgueses? Y luego en una mancheta: “Guerrilla Comunicacional es una técnica para combatir poder de los medios”

Desde luego, quienes son capaces de elaborar esas consignas deleznables, capaces de generar opiniones tan preocupantes, revelan su incultura y su ignorancia. No saben que el "No pasaran" fue una consigna republicana en la guerra civil española. Y los franquistas “pasaron”. El gobierno quiere imponer el pensamiento único desde las aulas escolares, y no lo van a lograr porque somos más los que queremos salir de la barberie, aunque hay quienes quieren seguir en las cavernas.

Como ha dicho Milagros Socorro: “Cada noche, al hacer balance del día, quiero irme de este país: quiero irme al país democrático que estamos destinados a ser”.

Jesús Peñalver

jueves, 15 de abril de 2010

CHÁVEZ NO ES CANDIDATO

Él sabe que no es candidato y el pueblo todo debe saberlo también: Hugo Chávez no es candidato a ningún cargo; lo que busca es ganar adeptos (los que ha perdido y los que todavía le siguen) para sus bacalaos, en razón de sus débiles opciones en términos de propuestas y popularidad. Convencido de la popularidad que aún posee, la ha puesto al servicio de sus compañeros-candidatos para que sirva de apoyo necesario a ver si triunfan el próximo 26 de septiembre.

Parece, pero no es él el candidato en las próximas elecciones a la AN, de allí la pretensión de convertirlas en una especie de plebiscito.

Buena parte del país, esa que decide en momentos coyunturales, en la chiquitica, como ocurrió con ocasión del referéndum constitucional que amenazaba con imponernos una reforma de índole totalitaria, autocrática y concentradora de poder, ya no cree en las promesas de amor del presidente ni en sus arranques de ardorosa pasión por la patria. Desconfianza mata popularidad. Amor con hambre no dura.
Si a esto se añade la inseguridad galopante, corrupción a niveles satelitales y el hediondo tufo a impunidad, sencillamente el pueblo pasará la factura de monto muy alto el próximo 26 de septiembre.

Los casos del maletín volador, el Central Azucarero Ezequiel Zamora, la floristería asamblearia, VTV trocado en Psuv televisión, el cierre de Radio Caracas Televisión, la persecución y amenazas a medios de comunicación y periodistas, los insultos a los adversarios políticos, las nefastas listas, el presuntamente amañado caso del fiscal Danilo Anderson, entre otros no menos importantes, hacen imposible que el presidente traslade su menguada popularidad a sus candidatos, cuyas flacas opciones no calarán en el ánimo del electorado venezolano.

A él se le ha atribuido el carisma y no restaremos méritos en ese sentido; pero el 23S no estaremos en el dilema de votar por Chávez o contra Chávez, no. Se trata de votar por opciones democráticas que presenten los candidatos a las curules comprometidos con el sistema de libertades y Derechos del Hombre, la eficiencia en el control del Ejecutivo, y en consecuencia, en el manejo del erario público.

El 26S el pueblo acudirá entusiasta a depositar su voto a favor de la democracia; rechazará la campaña grosera e infamante que ha emprendido el poder haciendo uso de bienes y espacios públicos (medios de comunicación y cadenas televisivas); dirá no a los candidatos oficialistas que sólo pueden andar con las muletas que les ofrece Hugo Chávez, en franca demostración de incapacidad para convencer a los electores con voz o luz propias.

Hemos oído al Presidente insultar hasta la saciedad ¿Es ese el talante democrático de Chávez? Clarito, allí tiene serias y fundadas dudas acerca del poco probable triunfo de sus ungidos; pero insistimos: Él no es candidato, no lo busquemos en el tarjetón, su popularidad no ha podido ni podrá transferirla fácilmente a sus acólitos.

Concluyo con unas letras ajenas: “La intolerancia es hoy, por hoy, el rasgo esencial del régimen que se nos pretende imponer a costa de todo tipo de arbitrariedades y desplantes totalitarios”. “… ya no se trata de un “estilo”, sino de una política y esa política debe ser derrotada so pena de convertirnos en una sociedad en la que sus pensadores, académicos, poetas o columnistas de opinión sean acallados para siempre”. (Ibsen Martínez, Tal Cual, 17-11-08)

Jesús Peñalver

VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

A propósito de las agresiones propinadas por un púgil venezolano a su costilla, creyendo que ésta es pera de boxeo y su casa centro de entrenamiento, nos parece conveniente insistir en el tema de la violencia doméstica o intrafamiliar.

Este es un fenómeno de disfunción social que existe y contra el cual deben trabajar coordinadamente los órganos de naturaleza pública y privada, y la sociedad en general, pues el mismo se produce sin distinción alguna, en sus diversas manifestaciones -todas repudiables desde luego-, que deben ser repelidas con una decidida acción de gobierno.

Reconocemos la existencia del instrumento legal respectivo y la próxima instalación y puesta en funcionamiento de los tribunales especiales en materia de violencia doméstica, contra la mujer o de género.

A pesar de los daños corporales, psicológicos y emocionales que sufren las mujeres a consecuencia de estas acciones criminales, la mayoría de las víctimas prefieren callar, debido al sentimiento de culpa que las asalta, la baja estima personal, la dependencia económica del agresor y el miedo al abandono de la pareja; sin embargo, el abominable delito que motiva estas líneas se inscribe dentro de la actividad criminal de seres despreciables, que no conformes con la comisión del delito de violación, ultraje, y sus concomitantes, infligen lesiones gravísimas a la víctima. Se trata de un problema público, cultural y social que limita el desarrollo y el progreso tanto personal como colectivo.

En Venezuela debemos romper, frenar y castigar la violencia doméstica o intrafamiliar; pero también los crímenes de violación que se han constituido en la principal causa de homicidios de mujeres. Se trata de un delito social y es el crimen encubierto más frecuente. Como una medida para contrarrestar esta abominable conducta criminal, vemos con aprobación el hecho de legislar sobre la materia a fin de castigar severamente el delito de violación.

Conforme lo ha expresado tanto la Organización Mundial de la Salud, y los estudios sociométricos más rigurosos desarrollados en ámbitos nacionales e internacionales, la violencia contra la mujer constituye un grave fenómeno social que socava los derechos humanos de una proporción alarmante de ciudadanas del mundo. Se ejerce en parejas heterosexuales por agresores prevalidos perversamente de su condición de esposos, amantes ocasionales o unidos por cualquier otro vínculo interpersonal con las mujeres contra las que ejercen violencia sostenida.
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Es también la violencia contra la mujer la causa de entre un 40 y un 70 por ciento de las muertes de mujeres por asesinato u homicidio, según la misma OMS; aquélla se ejerce por hombres independientemente de su grado de instrucción contra mujeres con estudios o sin ellos; por agresores con ingresos económicos o en condición de cesantes laborales; por victimarios que abusan del alcohol o las drogas y por hombres que no consumen tóxicos.


Se impone, entonces, la toma de conciencia de que esta grave violación de los derechos humanos tiene lugar en una importante porción doliente de la población, y hay que darle la debida importancia y reconocimiento a las distintas iniciativas de grupos organizados cuya perseverancia tienen el propósito de salir de la violencia, prevenirla o castigarla, y alcanzar la sensibilización de la población en torno a la existencia de este fenómeno en el propio corazón de las sociedades, tanto en las económicamente avanzadas como en las menos favorecidas, tanto las democráticas como las que buscan la democracia.

El presunto agresor –quien fue llevado a un psiquiátrico- en el sonado caso que origina estas letras, tiene tatuado en su pecho una bandera y una figura que se parece a un personaje de la política nacional. Sobre el particular se ha hecho toda clase de bromas y se ha desatado un sinfín de especulaciones. Al parecer el boxeador sí incurrió en lesiones a su pareja, de allí la reclusión en un sanatorio para enfermos mentales; sin embargo será el tribunal de la causa el que decida en definitiva.

Lo cierto es que a las mujeres, a ninguna, ni con el pétalo de una rosa. Concluimos con una letras de Joaquín Sabina, quien al referirse a La Magdalena señaló: " la más señora de todas las putas, la más puta de todas las señoras, que hasta el hijo de un dios, una vez que la vio se fue con ella, y nunca le cobró la magdalena”

Jesús Peñalver

CAMPAÑA CON CADENAS

Cierto que la norma contenida en el artículo 192 de la Ley Orgánica de Telecomunicaciones establece la obligación de los medios de comunicación audiovisual de transmitir mensajes oficiales, léase bien, oficiales; sin embargo, desde hace ya bastante tiempo el gobierno nacional ha incurrido en el manejo indiscriminado, excesivo y hasta abusivo de esta potestad legal, pues ha ordenado y ordena a cada rato la transmisión de mensajes que por su contenido y duración, constituyen indubitables mecanismos de censura. A esto último los especialistas han denominado “censura indirecta”.

Señala el referido artículo 192: “El Presidente de la República podrá (omissis) ordenar a los operadores que presten servicios de televisión por suscripción, a través del canal de información a sus clientes y a las empresa de radiodifusión sonora y televisión abierta la transmisión gratuita de mensajes o alocuciones oficiales, de la Presidencia o Vicepresidencia de la República o de los Ministros”.

Sin embargo, en esas cadenas que censuran indirectamente no se ven realmente mensajes ni alocuciones oficiales en estricto sentido, sino, por el contrario, lo que se observa es propaganda pura del gobierno o del partido o grupos políticos que apoyan al Presidente de la República, lo que evidentemente se contrapone a la ratio juris de la norma legal que impone la obligatoriedad de darle cabida en los medios de comunicaciones a los mensajes oficiales para su difusión.
La del pasado miércoles tres de marzo es prueba evidente de lo que aquí se afirma, con duración de algo más de 4 horas, asistimos al inicio de la campaña electoral del gobierno rojo rojito. En el marco de un plan nacional de vacunación, se atacó a gobernadores y alcaldes opositores, se denostó de la 4ta República, se denigró de los “ricos” del este de Caracas y otro tanto que no deja dudas de la ambición del oficialismo de continuar dominando la AN.

Quedó claro que los mensajes difundidos mayormente en esa cadena, no estaban necesariamente vinculados a informaciones de especial interés para el colectivo, no trataba asuntos de trascendencia del Estado, de modo que se utilizó ese recurso legal de utilización de los medios de comunicación para transmitir mensajes de otra naturaleza –en este caso- de índole electorera.
En esta materia, distintas instituciones especializadas, como Ciudadanía Activa, y especialistas expertos en el área de la comunicación, han coincidido en revisión, informes y resultados, que la duración y frecuencia de las cadenas presidenciales dejan en claro la arbitraria y abusiva utilización de ese mecanismo, lo que implica una forma de limitación a la libertad de expresión, toda vez que se impide a los medios transmitir otros contenidos que integran su parrilla de programación regular.

La CIDH pudo constatar la gran cantidad de cadenas nacionales oficiales en los medios de comunicación, que los obligan a cancelar su programación habitual para transmitir información impuesta por el gobierno. Muchas de ellas –sino la mayoría- suelen tener una duración y frecuencia que podrían considerarse abusivas a la luz de la información allí vertida que no siempre podría estar sirviendo al interés público.
De allí que rechacemos –una vez más- el uso abusivo e innecesario de este mecanismo, que utilizado en forma discrecional y con fines ajenos al interés público, puede constituir una forma de censura.


Jesús Peñalver

26 DE SEPTIEMBRE

No es poca cosa lo que se jugará la sociedad democrática venezolana el próximo 26S, ocasión para elegir libremente a una nueva Asamblea Nacional, en ejercicio del derecho que la Constitución Nacional nos garantiza, nos reconoce, mejor dicho. Cuando se impone la necesidad de darle una nueva conformación del órgano legislativo nacional, a fin de recobrar lo que Montesquieu –que era una Barón- llamó: “División o Separación de Poderes”, que implica la independencia y autonomía entre ellos, sin sumisión ni complacencia ante los desmanes que se cometen, sin estar al servicio de un mandamás.

El venidero 23S se nos presenta como posibilidad cierta para que los venezolanos demostremos que ya el pueblo no está del lado del gobierno, que se pueden recuperar espacios de poder, mantener los que se tienen, y de ese modo crear contrapesos dentro del sistema democrático.

Algunos propósitos deben estar en planes concretos, posibles de llevar a cabo, como devolverles a los gobernadores su autonomía, quienes padecen el hecho que el gobierno haya reducido o mutilado sus capacidades presupuestarias y administrativas. Acabar democráticamente con las violaciones flagrantes a los DD.HH, impedir las constantes y abusivas cadenas presidenciales, al lenguaje explosivo, el discurso guerrerista y a las ofensas a todo aquél que no piensa igual al oficialismo.

Para darle un uso racional y equitativamente distribuido a los ingentes ingresos petroleros; evitar el aumento de la pobreza, mientras connotados chavistas nos mandan a ahorrar, a ser austeros, y por si fuera poco, con racionamiento en la prestación de los servicios públicos, carestía y desabastecimiento.

Atacar la inseguridad con medidas contundentes y con suficiente voluntad de gobierno; garantizar el derecho a la vida que es el único que nos permite hacer uso de los demás derechos humanos; para que haya un verdadero gobierno cercano y que sirva a los estados y municipios, y no estén en manos sumisas y obedientes al poder.
La atribución o facultad de control de la AN debe recuperarse y poner en funcionamiento por el respeto a la Ley, el imperio del Estado de Derecho, ataque a la corrupción y a la impunidad que hoy campean, y se propicien serias y eficientes investigaciones a los saqueadores del erario público.



El gobierno no acepta la disidencia, ataca e insulta a quien piensa distinto, sigue usando el hambre, la miseria y las calamidades del pueblo para la manipulación y obtención de favores electorales. Aquél se sabe y se siente un régimen perpetuo, arbitrario, personalista y dominador de todos los poderes; sostiene que ser rico no es malo, pero los relojes de marca, los viajes continuos con numerosas comitivas, cumbres, y regalos a otros países siguen sin parar. En ese ámbito, también tiene mucho que hacer la próxima AN.

Venezuela debe recuperar su status de país de ciudadanos de primera, no de cuarta ni de quinta categoría, donde se pueda vivir con dignidad, con valores y principios democráticos.

Sobre quiénes habrán de ocupar las curules en la AN, debemos contribuir con el papel que ha venido desempeñando la Mesa de la Unidad Democrática. Las críticas basadas en ambiciones personales, egos inflados o afán de figuración, flaco favor le hacen a la ardua tarea que le ha tocado a esta instancia de organización y definición de postulaciones. Se imaginan ustedes que no hubiera MUD ni órgano parecido.
Hemos observado a algunos con proceder canino que quieren patearla y deshacer lo que hasta ahora se ha logrado, cuando lo lógico y conveniente es asumirla como instrumento de recuperación del país y de alternativa del poder que hoy (des) gobierna.
Si siguen los ataques malintencionados a la MUD que impidan los acuerdos unitarios necesarios, habrá cortos en los circuitos que precisamente no obedecen a diálogo democrático ni a puntos de encuentro en la diversidad.

Amigo lector, sin más vueltas, sabemos quienes realmente nos gobiernan y usted todavía puede hacer algo al respecto en septiembre

JESÚS PEÑALVER