jueves, 7 de octubre de 2010

El color según el cristal

EL COLOR SEGÚN EL CRISTAL

En tiempos de “robolución boliburguesa”, de eslóganes o consignas mortuorias y de sumisa devoción al proyecto político del pretensioso líder a escala universal, prevalido de una chequera petrodolarizada que gusta a tantos chulos y gorrones, vale la pena observar algunas situaciones desde las perspectivas chavista y opositora.

El gobierno sostuvo como soberana la decisión de expulsar a José Miguel Vivancos, representante de HRW, por supuesta intromisión en asuntos internos, siendo que entró al país con visa de turismo; en cambio condena, critica y hasta denigra de la decisión del Estado Vaticano –Asamblea Nacional mediante- que otorga Asilo Diplomático o Político al dirigente estudiantil merideño Nixon Moreno.

Quemar vivos a los opositores o escuálidos, según el “humano” criterio de Aristóbulo, Fredi, Diosdado, entre otros connotados prochavistas, no es violencia; violencia es “volar a Chávez en un avión”.

La mayoría colorada de la AN, extralimitándose en sus funciones, imputa delitos y dicta “sentencia condenatoria” en el caso de Nixon Moreno, calificándolo de delincuente sexual, mientras evade ¡y de qué manera¡ tratar el tema del maletín repleto de dólares, o el referido al parásito Daniel Ortega, presunto incestuoso esclavista sexual (Manuel Caballero dixit).

En Latinoamérica renunciaron dos ministras por la presunta conducta reprochable del grosero Ortega en perjuicio de su hijastra. Aquí en Venezuela, nada dicen respetables venezolanas, hoy en cargos públicos de jerarquía.

Una periodista de VTV –ex canal de todos los venezolanos- entrevistaba al ministro Tarek El Aissami, y osó preguntarle si el asesinato del dirigente estudiantil zuliano Julio Soto podría ser la consecuencia de los llamados de violencia hechos por grupos de oposición. Por suerte, no cayó en ese peine; solo se limitó a responder que el gobierno tiene toda la voluntad de resolver ese caso a la brevedad posible. ¿Qué tal si era pregunta o planteamiento lo hubiera formulado algún otro comunicador? Desde luego que hubieran sobrevenido los consabidos epítetos: golpistas, lacayos, pitiyankis …

El pasado 2D, en incontrovertible actitud democrática de rechazo a una pretendida reforma constitucional (sic), el país dijo NO a un proyecto concentrador de poder, autoritario y de suyo inconstitucional. El gobierno no entendió ese rotundo NO.

Surgió el paquete de 26 Decretos-Leyes, y hace poco la aprobación, en primera discusión, del proyecto de Ley de Comunas y/o Consejos Comunales, violatoria de la Constitución, estocada a la descentralización.

Cualquier instrumento que permita la creación de autoridades regionales y de distritos productivos, cuya designación corresponda a una autoridad única, sin control ni supervisión de nadie, es un cheque en blanco, impone a troche y moche lo que se denominó en la rechazada reforma, vicepresidentes territoriales, de allí que las competencias atribuidas a los gobernadores y alcaldes se verán disminuidas, o se harán nugatorias.

La aplicación de leyes de semejante naturaleza, vulnera la autonomía de los poderes regionales y locales, sometiéndolos a la voluntad de los representantes que pudiera nombrar el “supremo dedo”.

El gobierno asegura la existencia de planes magnicidas y desestabilizadores; pero niega la cruda realidad que vivimos, donde la intolerancia se ha apoderado del país al igual que sus consecuencias, los recientes atentados y agresiones a medios, declarándolos “objetivos militares”, la inseguridad y sus rojas cifras, y para más INRI, resulta desafortunada y lamentable la declaratoria presidencial según la cual: “no habrá reconciliación posible”, en franca demostración de intransigencia y terquedad antidemocrática.

Ojala podamos ver a Venezuela a través del cristal de la paz, la armonía, el reencuentro de los hombres de buena voluntad, de modo que podamos construir con ciudadanos de primera, no de cuarta ni de quinta categoría.

JESÚS PEÑALVER

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