martes, 9 de julio de 2013

Cuando te ame, ni te imaginas…



Acaso el tren se salga de su río echando nubes para entrar al mar.

Apenas la luciérnaga esparza la poca luz del final del túnel, o

se atreva el arcoíris a brindar todos los matices que se guarda.

Quizá los apagados semáforos enciendan sus más lucidos colores.

De repente el horizonte acerque su lejana pena hasta nosotros.

Tal vez nos hable el mudo mundo que habita la ciudad que nunca visitamos.

No te extrañe ver crecer  estrellas en los yermos para luego elevarse  en extasiado vuelo.

Nos haremos, nos hará o sencilla y puramente seguiremos siendo

 lo que somos a pesar del tiempo.

A lo mejor el sol disuelva toda su calidez, la luna se entregue al desencuentro final

y una tempestad nos arrope sin dejarnos morir.

Cuando te ame, no  te imaginas…

Si quieres cierra la puerta,  las rendijas hacen guiños

y  los refugios se brindan sonrientes.

Seremos uno sin dejar de ser uno mismo.

Los Caobos 5 julio 2013
Jesús Peñalver



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