Pude un amor
haberte profesado,
murió sin
más como quien quiere poco,
no debí haberte amado ni tampoco,
quererte
mucho ni por ti llorado.
Te quise
mucho, cierto, y me ha quedado,
el triste
recuerdo, el delirio loco,
y si tus
ojos con los míos toco,
deliro y
lloro por haberte amado.
Si el puro
amor que pude haberte dado,
sincero fue,
noble y apasionado,
me atormenta,
me aturde la tristeza.
de no poder
bailar con tus destellos,
con la
ternura de tus ojos bellos,
mientras tu talle baila con destreza.
Jesús Peñalver
Los Caobos 9 julio 2013
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar