Desde ese, tu lugar, tu apostadero,
donde oronda decides ya quedarte,
tan linda tú, tan bella al expresarte,
quiero yo con pasión de marinero...
decirte cuanto admiro y cuanto quiero,
seguir poniendo el hombro al animarte,
tampoco de otro mundo, pues tu arte,
colmado está de tu gentil tintero.
Y contando los versos que te he dado,
sin advertir y sin tener cuidado,
me doy cuenta, musa, que he conseguido ...
mientras hilaba versos en cuartetos,
sonoramente unirlos a tercetos,
un soneto del corazón salido.
Jesús Peñalver
Los Caobos 7 de mayo 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario